lunes, 7 de julio de 2008

ELLA DICE: " IMPOTENCIA SEXUAL Y EL TABACO"



Veinte cigarrillos diarios son suficientes para incrementar hasta un 60% el riesgo de padecer impotencia sexual en hombres fumadores




De los efectos del tabaco sobre el organismo humano son conocidas las asociaciones con enfermedades respiratorias y cardiovasculares y algunas formas de cáncer. Pero fumar produce otros trastornos igualmente importantes. Una de ellas es la disfunción eréctil, claramente superior en hombres fumadores. A la impotencia puede sumársele ocasionalmente infertilidad.




La relación directa entre tabaco e impotencia está claramente establecida desde hace años. Pese a que tiende a creerse lo contrario, no se trata en absoluto de una exageración o una amenaza que las autoridades sanitarias se hayan sacado de la manga para amedentrar a los fumadores, sino de la constatación cada vez más precisa de los efectos de algunas de las sustancias inhaladas tras la combustión de un cigarrillo sobre el sistema vascular peneano.

La impotencia o disfunción erectil se define como la incapacidad de obtener o mantener una erección suficiente para lograr una actividad sexual satisfactoria. Según revelan múltiples estudios, entre las causas más frecuentes de este transtorno se encuentran la diabetes, algunos fármacos y el tabaco, además de depresión, ansiedad o una baja autoestima. La impotencia afecta sobre todo a la autoestima e incluso las relaciones interpersonales. Un estudio de la Asociación de Disfunción Sexual estima al respecto que el 21% de las parejas que se separan rompen su relación por problemas derivados de este trastorno.
Las causas de la impotencia

La impotencia del fumador es debida a problemas circulatorios. El tabaco afecta los flujos sanguineos del pene, reduciendo la presión sanguínea en su interior. Durante la erección grandes cantidades de flujo sanguíneo penetran en las arterias del pene. El sistema venoso peneano, a través de una especie de válvulas, se comprime para evitar que la sangre salga del pene, quedando atrapada en unas cavidades denominadas senos cavernosos. Este mecanismo se halla alterado en los fumadores, lo que provoca dificultades para iniciar la erección y también para mantenerla el tiempo necesario.
Asimismo, las arterias peneanas de los fumadores se encuentran afectadas por una arterioesclerosis acelerada, con mayores depósitos de colesterol y, por lo tanto, con flujos sanguíneos menores.
La nicotina, a través de los estímulos que provoca en el cerebro, provoca rápidas contracciones del tejido del pene, con espasmo de las arterias, disminuyendo todavia más el flujo sanguíneo. Tambien por el efecto de la nicotina se produce una dilatación del sistema venoso que impide que la sangre quede atrapada en el pene, aspecto que dificulta enormemente mantener la erección.
"La impotencia del fumador es debida a los efectos de los componentes del tabaco sobre el sistema vascular peneano."

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