Desde hace algún tiempo aquellos que se cansaron de buscar pareja en los boliches, en la universidad, o el trabajo, vieron en Internet la salvación.
Hace algunos años, contar que conociste a alguien gracias a la web era algo muy raro: "¿Cómo que estás saliendo con alguien que conociste en el chat?", era una de las preguntas típicas de gente que nunca había navegado, ni mucho menos incursionado en estas cosas de la web.
Después pasó a ser una práctica casi normal. Muchas parejas se conocieron vía chat, mensajeros instantáneos y sitios de dating, todo un boom.
Sin embargo, eso ya parece Historia Antigua. Ahora la onda es buscar novio, encontrar el amor, a través de un blog, una comunidad online o una red social.
“¿Cómo que estás saliendo con alguien que conociste en la universidad?”, es ahora la pregunta que suena extraña, lejana. Casi que el que está soltero es porque quiere o porque no tiene un blog.
Casi que el que está soltero es porque no tiene un perfil en una web social. Salir con alguien que nunca antes habías visto era y aún es visto como algo raro.
Y sí. Es medio paradójico el hecho de encontrarte cara a cara con alguien desconocido que, de una manera u otra ya conoces, porque compartiste horas de chat o viste sus fotos o leíste su opinión en tu red o comunidad virtual.
Sin dudas, el hecho de encontrar una (potencial) pareja por la web es una alternativa más que se suma a la del boliche, el bar, el colegio, la universidad, el trabajo, la estación de trenes, una fiesta, un gimnasio, un club, etc. Pero tiene un plus. Ese plus de no saber cómo es la otra persona pero sí, ya sabes cómo es.
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